Seguro que sólo nombrarla, dentro del terreno de la Alta Magia, produce miedo: la sangre. El uso del fluido vital dentro de los rituales, en las más diversas culturas y dentro de sus ritos, repartidos por todo el mundo a lo largo del tiempo, ha sido y es uno de los elementos que más controversia desata. Y es que, en los rituales donde hay sangre, parece que el poder es mayor, casi demoníaco, cercano a la falta de límite en cuanto a lo que se puede conseguir.
Realmente, es así… y no. Depende del uso que se le dé a cada elemento dentro de un ritual, funciona mejor, peor, o simplemente no funciona, aunque queda muy espectacular de cara a un posible cliente timado.
Es cierto que estamos hablando de uno de los elementos más buscados para inferir un poder absoluto a quien la usa, para poder conseguir generalmente doblegar a otra persona, hasta el punto de someterla o bien terminar con su salud, y por ende, con su vida. Quien conoce la manera de usarlo sabe que no es un elemento que se deba usar con asiduidad, y que no sirve para todo. Quien no lo conoce, pues generalmente tiene un “baño de sangre” casi semanalmente, además de la cabeza no muy centrada.
Por supuesto que si hacemos un recorrido histórico, la sangre ha sido uno de los elementos de ofrenda para los dioses del pasado, en distintas civilizaciones, al punto que no sólo se han cometido barbaries en el continente americano, ya que mucho antes de conocer este tipo de ritos en culturas mesoamericanas, en la Grecia clásica, se realizaban libaciones con sangre extraída tras terminar con la vida de un o una joven sobre un altar, derramada en este caso sobre imágenes de ciertos dioses. Roma continuó con esos ritos llevándolos a cabo incluso varios siglos después. Incluso en el rito cristiano, y adquirido de los distintos ritos paganos que tuvo que absorber para conseguir ser una de las religiones mayoritarias en el mundo, aparece la sangre, aunque “matizada” como vino, pero con el mismo trasfondo: transmutarla en un elemento de poder.
Ya en nuestros días, los sacrificios de animales para conseguir una mayor cantidad de energía en un ritual se sigue practicando, por desgracia. Aunque afortunadamente, la inmensa mayoría de esos rituales no siguen los pasos necesarios para que dicho ritual tenga el efecto que se pretende, y por tanto, carecen de una efectividad manifiesta. Lo cual no quiere decir que no se consiga algo de efecto.
No vamos a entrar en el debate sobre si la sangre siendo de animal no es lo mismo, si los sacrificios son mejores o peores… Sino a la cuestión que nos trae en este artículo. Es algo desagradable, además de no tener efecto ninguno, pero que ha vuelto a aumentar su uso: la menstruación.
Si, como leen. Hay personas que aseguran conocer “filtros de amor”, capaces de cautivar a un ser que se desea como pareja, usando para ello una o dos gotas de la menstruación añadidas a la bebida o comida de la persona objetivo. Este acto, además de ser escabroso, no surte efecto ninguno sobre el objetivo.
Entonces, ¿porqué me han contado o he visto que algo ha funcionado? Bueno, podríamos dar un par de explicaciones válidas. Por un lado, este paso forma parte de un ritual con más pasos y elaboraciones, las cuales pueden funcionar por sí solas si los elementos y el procedimiento realizado son buenos. Por otro lado, sabemos que el elemento fundamental de cualquier ritual, independientemente de la cantidad de otros elementos y el procedimiento que se siga es el deseo de la persona para conseguir ese objetivo. De hecho, y en teoría, no sería necesario usar otros elementos si fuéramos conscientes del potencial energético que poseemos. Desgraciadamente, la historia y las continuas trabas a la libertad del ser humano, así como a su autoconocimiento más allá de lo establecido por la ciencia, ha imposibilitado nuestro desarrollo energético y el despertar de nuestro potencial.
Volviendo al asunto que nos ocupa, no es sólo la falta de efectividad, sino el problema de salud que esta práctica mal hecha (porque en realidad no es así ni de cerca, aunque no es éste el lugar para desvelar rituales de este tipo) puede conllevar a la víctima del mismo. Por lo tanto, desaconsejamos totalmente esta práctica y/o paso en algún ritual para atracción, y así lo transmitimos a nuestras/os socios, además de a quienes demanden este tipo de servicios.